Allá por el año 1996 , un niño, se animaba a ir a entrenar con el equipo de su colegio. Sus amigos le animaban y tal, no dejaba de ser de los más grandes de la clase, así que a la aventura, a descubrir un deporte que siempre le había llamado la atención...
Un año casi entero entrenando, pero sin jugar ni nada, sólo entrenando con los de un año más.
Al año siguiente, temporada 96/97, Alevín del Obispo Perelló, el chaval este eligió el número 13, del por aquel entonces ídolo, Alberto Herreros, recién fichado por el Real Madrid, y lucía ese dorsal. Al ser ese número nadie lo quería... Jugando un cuarto y/o poco más, pero disfrutando, conociendo a mucha gente, que en un futuro marcaría su vida...
Este año se acabaría 3º de Madrid, nada mal para ser la primera vez que jugaban a esto todos.
Ese verano, aunque no tiene nada que ver, fue a su primer SanGarcía, que ahora no tendrá importancia, pero al cabo de los años le marcará.
Al año siguiente, al ser un año pequeño, tocó quedarse sin jugar, y la verdad le vino bastante mal, el no hacer nada, nunca le viene bien a nadie, que tiempos aquellos en los que no había 17 equipos en el colegio...
Un año después, infantiles, un auténtico equipazo, en el que empezó a mitad de temporada, pero terminó jugando realmente bien, con el 18 a la espalda (o un 13 cosido, que en el fondo era lo mismo).En la foto, es el primero por la derecha de la fila de arriba.
Ese año se terminó 2º de Madrid, perdiendo la final ante un gran equipo como Jesús Maestro.
Fue su primer contacto con Luis Moreno, entrenador, que a la larga, le marcaría en su futuro recorrido como entrenador.
Al año siguiente, hablamos de la temporada 1999/2000. Sin lugar a dudas, la temporada en la que más aprendió y vio baloncesto, porque jugar no jugó tampoco. No se perdía ni un entrenamiento, iba a todos los partidos con el equipo haciendo las estadísticas (apodado como Estadilla por los compañeros). Otro año con Luis como entrenador y Chus de segundo.
Este año se quedó 1º de Madrid, fuimos a San Sebastián a jugar el Campeonato de España, en el que quedaron 2º.
Un año después jugaba su mejor temporada con el cadete del Perelló. El equipo quedó 5º, con mala suerte en los cruces y algunas lesiones y demás. Siempre recordará un partido contra San José en el que pudo coger cerca de los 20 rebotes.
Ese curso, casi entero estuvo yendo a ver al Cadete Femenino, con una excusa u otra, pero se terminó con una muy buena relación con las chicas y con los entrenadores (que además eran los padres de dos compañeros-amigos suyos). Las chicas acabaron en terceras en Madrid.
Un magnífico año que terminó con un viaje a Hungría, a jugar con los del año anterior el torneo internacional. Llegó a jugar unos minutos contra Rumanía y Portugal, llegando a meter 4 puntos contra éstos últimos. Quedaron 6º, aún cuando se le ganó a la selección de EE.UU.
Hasta aquí, la primera parte de esta historia, aún faltan dos más, la época "profesional" y la de entrenador; y la de su relación con el baloncesto femenino.
Un saludo!
